Quiero
ser tus ojos. 2011.
Recuerdo cuando aun
sabia que hacer con mi tiempo imaginario.
Enero. Yo sabia que
este año traería nuevos vientos. Pero no era consciente que tan turbulentos
azotarían las ventanas. Tampoco imagine que romperían las barreras de mi
espacio.
Así fue como
llegaste tú con el 2011. Que si me pongo a sumar de nota en nota se hiso una
melodía disonante. 2011. 2+0+1+1= 4 mis puntos cardinales. 22 años los nuestros
y aun no sabemos como amar. Quien nos dio aquel libro que decía que amarse era
un conflicto entre dos. Quien dijo que no podemos ser todos y ninguno de igual
manera; por que hay momentos que yo miro a mi alrededor y sólo encuentro esta
idea del amor falsa. Las mas banal, la mas doliente, ruidosa, llena de caos
igual que verdulera en la merced, también esa pinche confusión generada por una
dizque tención sexual que nos inventaron.
Veintidós años y
aun siento celos de otras.
Cuatro meses
durmiendo solo contigo y aun me siento la puta mas sucia de todas. No se que
hago perdiendo el tiempo, aferrada. Sujeta como siempre, mutando a ese objeto
que tanto he negado ser.
No se por que me
engaño.
Pero es que a tu
lado, las mascaras se disuelven.
No tengo mas que
pretender ser nada. No debo decir la palabra adecuada y ni siquiera usar
perfume. Si no me pinto te gusta mas. Y si tengo las chapitas puestas me miras
con unos ojos que de tan llenos me vislumbran un vacio que antes no podía
llenarse. Sólo que eso tu no puedes verlo, seria interesante poder ver atreves
de nuestros propios ojos, lo otro que se mira cuando se crea un reflejo retinal
que siempre se ve lleno de luz. Quisiera ser tus ojos.
¿Que nos detiene?
Cuando llegas solo
le queda temblar a mi cuerpo.
Eres quien sublima
mi Ego.
Eres la carrera de
medicina para el asesino nato.
Eres el bisturí que
sostiene con tanto ardor por la carne.
Eres la existencia
de un hombre que imagine de pequeña.
Eres justo como
tenias que ser.
Sí; lo acepto. eres
justo. Justo y como tenias que ser.
Condición
existenciaria mutua. De ambos, por eso nos nombramos sin nombres. Por eso
estamos sin lugares, es por eso que el tiempo no es tiempo, ni la distancia se
mide en metros, ni la ausencia por pesares, es por eso que mis celos son
ficticios. Solo para darle importancia a esta nada. A este vacio que nos lleno
y que de igual manera nos vació. Y ya
aquí entrados. Confundidos y enredados nos quedamos y quizá este es el amor
desde el que nadie Habla.
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